miércoles, 5 de noviembre de 2008

EL METRO

Saludos a todos, no les había escrito nada por aquí desde hace ya unas semanas. A que se debe esta ausencia? Ya no tendrá de que quejarse ese carbón amargado se habrán preguntado? Amigos, por favor... el que me conoce sabrá que mis últimas palabras serán dirigidas hacia algún médico o enfermera al tono de “eres un reverendo inep....” mi mano apretará mis frazadas de baja calidad y verán la línea en ese monitor hecho en China que ya no parpadea, acompañado de ese zumbido odioso tan asociado a la muerte y dará fin a esta pitanza de lamentos intelectualoides jeje que su servidor les presenta.

Que hay de nuevo?...pues por que no atacar un tema que me venía faltando desde hace meses. El Metro. Esas serpientes de acero viajando por las venas de esta bella, coff coff, ciudad. Primero, y con su debido respeto admitamos que el concepto en cuanto a transporte urbano esta increíble. No existe manera de llegar a un destino en esta metrópolis más rápido que por el metro. Es tan barato, nadie se puede quejar del precio.

Apartando esas pocas pero fuertes virtudes, aventémonos ese chapuzón a lo que es la mera experiencia del día a día en una de esas maquinas infernales. Por fuera, una persona de la alta que nunca ha tenido que poner pie bajo tierra y agregarse a la raza de los Morlocks no tiene ni una puta idea de lo que es ese mundo subterráneo. Bajar por esos túneles implica ya mucho valor... ( a mi me pareció ver a Cerberus por ahí abajo un día ) parecen desde la entrada unas grandes cavernas....y si han viajado por la línea que va de Barranca al Rosario saben a lo que me refiero. 1, 2, 3 putas bajadas por escaleras y te preguntas si Virgilio no te esta esperando a la vuelta, y que tan seguro será todo esto? Desde las primeras veces que viajaba por metro hace ya 8 añotes, me di cuenta de ese peculiar aroma en los vagones...una mezcla muy sutil de vomito, mierda y orina cubierto por pinol bajero que deja un tufo taaaaan marcado.....me mareo escribiendo y recordando que me toca al rato ese viajecito jaja.

Siendo un ente de capacidades mentales básicas, me he percatado de cierto fenómeno entre ese engendro de zombis. TODOS creen que entrando a las 8 y media al metro llegarán a las 9 en punto a su oficina o cual sea su maldito destino. Esa hora pico es la hora de los morlocks necios...te juro que retratan la actitud neandertal a la perfección. No falta mas que darse una vuelta por Pino Suarez, Tacubaya o Pantitla para presenciarlo. Gozan como animalitos rozando sus cuerpos entre sí. Y que pasa entre ese grupo de bestias? La ley del mas bruto es la que rige.

Ven que viene lleno y en vez de esperarse que pase la hora pico, ya aceptando que salieron tarde y decidiendo no volver a caer en el error, observan como se abren las puertas que presentan a esas sardinas sudorosas en salsa chilanga....y que piensan en sus mentecitas estos dundos? Pareciera que ven una vagina señores...se avientan a “cojersela” a tratar de penetrar, de violar en cierta medida el espacio ya inexistente en el vagón. No es de extrañar que la falta de oxigeno los haya dejado así de retrasados mentales pues no fluye el aire por dentro, se van sofocando y aguantándose. Siempre que viajo por metro se me mete en la cabeza la canción de Jim Morrison de “People are Strange” o me suena el silbido de la canción típica de circo.

En ningún otro lugar podrás darte ese show papa...el interminable desfile de mutantes es impresionante. Y es mas bien esa mezcla que hace tan interesante la experiencia. Un Emmo todo amariconado puede ir empaquetado junto a un macho bien fan del América portando su tradicional camiseta chíngame la vista, seguido por una colegiala inocente de uniforme verde y gris con calcetas blancas a la rodilla sintiendo como se le arrima ese cerdo asqueroso, barbudo mal oliente de traje color verde limón con corbata roja de Mickey Mouse queriéndose pasar por ejecutivo de ventas cuando viene a una generación de ser albañil y terminando la fila con una doña que viene de la Merced en su delantal...luciendo su bigote envidiable para cualquier hombre, arrastrando bolsa de santa clos llenas de churros deseosa que la estuvieran manoseando a ella en vez de a la pobre chiquilla?

Medita Alex...tranquilo...solo son 15 minutos, jajaja. Ya quiero carro de nuevo!!!!!

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